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Vida de una geisha

lunes, febrero 20, 2006

Pues ya casi he terminado de leer el libro de Vida de una Geisha, la verdadera historia; de Mineko Iwasaki. Este libro me ha abierto los ojos un poco más sobre el mundo de las geishas ya que como es un tema que me gusta mucho pues ya sabía bastante sobre él. Gracias a este libro, Mineko ha conseguido desmentir las barbaridades que se cuentan en el libro (y posterior película): Memorias de una geisha.

Mineko a la edad de 7 años junto a una geisha
Leyendo este libro entiendo que el periodista americano cogió la historia de Mineko y la modificó tanto que casi es irreconocible. Se quedó con ciertos aspectos que le vinieron bien para su historia y se inventó el resto. Hasta ahí yo puedo entenderlo porque así es una historia más comercial para vender pero lo que menos entiendo es que hay costumbres de las geishas que ha trastocado y han quedado desfavorecidas. Como ejemplo os puedo hablar del mizuage. Esta "ceremonia" es el paso de aprendiz de maiko a ser una verdadera maiko (maiko=aprendiz de geisha). Esto más o menos consiste en que la mujer que va a ser maiko, regala unos bollos con una forma parecida al de un pecho de mujer (sí, sí). Estos bollos los regala a clientes habituales de las fiestas en las que participan las geishas. Así es como proclama que será maiko en unos días. Pero en la película (y supongo que en el libro) el mizuage, aparte de regalar estos bollos, la maiko tiene que perder su virginidad con la persona que más pague por ello. ¡Esto es un error enorme!

Mineko vestida de maiko
Antiguamente, las cortesanas (o prostitutas de alto stánding) también tenían lo que se llama el mizuage pero éste sí consistía en perder su virginidad con el que más pagaba. A lo largo de los años, a las geishas se las ha confundido con eso: cortesanas y prostitutas de alto nivel pero no es así. Las geishas (palabra que significa artista), son mujeres versadas en artes antiguas de todo tipo (danza, caligrafía, canto, teatro no, etc) además son mujeres que trabajan en unas posadas donde la gente da fiestas o hace reuniones en las que la geishas mantienen conversaciones con los asistentes. Esto lo hacen para que la fiesta no decaiga y así animan a todos a que se lo pasen bien. Las geishas estudian con anterioridad los gustos de las personas titulares de la fiestas y así pueden hablar de cultura, sociedad, política y demás según los gustos de cada uno. En ningún caso una geisha se acuesta con nadie si no es porque a ella le apetezca tener una relación. De hecho, la autora del libro perdió su virginidad con su primer novio y cuando ella quiso. Las geishas viven en las casas con sus "hermanas" donde se preparan para las fiestas y esperan que las llamen para trabajar. Van a escuelas específicas donde aprenden esas artes de las que se espera se hagan maestras (de alguna de ellas). Cuando son llamadas para acudir a alguna de estas posadas, normalmente aparte de dar una buena y grata conversación, se las pide que bailen, canten o hagan lo que mejor se les da. Además también participan en espectáculos famosos del país de artes culturales antiguas y a ellas les encanta participar. Se las trata muy muy bien dentro de las casas donde ellas viven siendo maikos y geishas (o geiko según el nivel) y además se las anima a independizarse, que se casen con el hombre que amen y tengan descendencia. ¡Todo esto es cierto!

Mineko en una de sus presentaciones

Entre otras muchas cosas, esto es lo que se desvela en este magnífico libro. Además, tengo que decir que la autora ha prestado varias fotografías para meter en el libro (la de la portada también es suya) y que podamos comprobar la veracidad de sus palabras. El libro no está escrito en un sentido narrativo estricto, sino que da la sensación de hablar directamente con la propia Mineko ya que cuenta todo en primera persona. Bueno, pues aquí una pequeña reseña de este libro maravilloso donde descubriremos el misterioso mundo de las geishas, las excentricidades de la cultura japonesa al igual que lo hermoso de esta cultura milenaria.

Mineko con su marido, un pintor espléndido.

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